Hola Gente Bella!!!
Gracias por tu visita y comentarios
Con Afecto...
Después de un largo tiempo, tengo la certeza que
nunca es tarde para volver a empezar.
Última publicación que
hiciera en el blog: 29 de enero de 2017.
Una historia habría
para contar considerando que cada día que ha transcurrido desde entonces ha
sido la oportunidad ideal para volver. Y no hablo de volver como si tuviésemos que
volver atrás, hablo de volver al centro, de volver a una, al punto infinito e
inflexible que te une con tú Yo Interior. Ese Ser que batalla día a día junto a
ti para vencer miedos, tristezas, frustraciones, enojos; y para darnos las
respuestas a tantos cuestionamientos que quizá, ya las tendríamos resueltas
sino dilatáramos o postergáramos aquello que sabemos que tenemos que hacer.
Hace mucho tiempo que
vengo pensando y re-accionando a favor de volver al centro.
Les comento una vez más
que Taller del Viento como empresa emprendedora viene gestándose desde
Venezuela, año 2012. Por múltiples razones, excusas o justificaciones la
entrega total a éste proyecto ha sido dilatada.
La vida misma me ha
llevado de un sitio a otro, me ha movido y me ha sacudido. He tenido sacudidas
fuertes, de las que crees que nunca te vas a poder levantar, que no podrás
reponerte. Y sí, digo: La Vida, y en medio de ella, Las Decisiones que tienes
que ir tomando en la marcha. Ésta vida mía no ha sido planificada, es decir, si
lo hubiese planificado mejor, no sé si estaría acá.
Pero acá estoy, en un
Partido de la Costa Atlántica de la Provincia de Buenos Aires llamado Pinamar.
Estoy gestándome, estoy re-construyéndome, estoy nadando contra la corriente
para no salirme del foco. Cuesta. Mucho. Pero también cuesta poco si
reflexionas y echas una mirada atrás, y recuerdas de dónde vienes, y
recuerdas todo lo que eres, todo lo que has hecho, todo lo que has dejado
atrás, y recuerdas y recuerdas y recuerdas y te quedas pegado o pegada en el
recuerdo y… Te ríes al notar que sí has podido con ésto… Puedes con más. Porque
de eso se trata ésto, de ir creciendo, aprendiendo, fortaleciéndote siempre
para un propósito. Por alguna razón pasa todo lo que pasa, y por alguna razón
pasa de la forma en que pasa. Ya no tengo dudas de eso.
Llega éste momento y me
digo: ¡Basta! ¡Detente y analiza!
...
Sentía un grillete
amarrado al tobillo con el cargo del Ministerio de Educación y poderosos 23 años
de servicio, o al servicio de un prototipo de sistema. Pensé que nunca sería
libre de aquel cargo cuyo peso sobre mis hombros me hacían suponer que nunca debía
dejarlo a causa de un “quince y último”.
Lo dejé.
Lo dejé.
Durante muchos años,
fuí adquiriendo herramientas, máquinas, insumos, papelería y un sinfín de
materiales que constituyó en su momento lo que era el principio del Taller del
Viento a punto de alzar el vuelo formalmente.
Mi casa en Venezuela
dispone de un espacio en particular: La Biblioteca, grande, amplía, cómoda y
acogedora. Allí hacíamos el trabajo intelectual y también yo hacía el creativo.
Un día decidí juntar todo “lo creativo” en una de las habitaciones y fue cuando
noté que “tenía con qué”. No me había percatado de la cantidad de material que
tenía hasta entonces, ciertamente ya era una empresa. Sin planificarlo, éste
Taller materialmente hablando, también lo dejé allá.
Mis padres aún están en
Venezuela. Ellos me tomarían muchas más líneas en éste “volver”.
Éste fin de semana me
dediqué a conectar un poco más hacía mí. De qué se trata? De darle sentido a
todo éste movimiento que vuelvo a estar sintiendo y que presiento que va a
producir un nuevo cambio. Ésta vez hago registro de ello. Y espero continuar
escribiendo, un poco más a diario.
Espero.
Espero.
Una cuestión: A quién
daño por tejer mándalas? A quién daño por creer en lo que creo?
Más segura estoy que el
daño me lo hago a mí misma por disminuirme ante los absurdos de los demás. Por
permitirlo.
¿En qué se diferencia un
emprendimiento en el que vendes tu propia producción o revendas la producción
de otros?
¿En dónde se marca la
diferencia cuando tu propuesta es tejer mándalas y otros te dicen que debes
emplearte en función a un sueldo?
…
A ver, volvamos al
centro.
…
Mándalas y los 7
chakras:
Tengo unas tías
tejedoras que ni para qué les cuento las cosas que han hecho. Primas tejedoras
que ni para qué.
¿Desde cuándo tejo yo?
No sé, tendría quizá 8 años cuando aprendí cadenetas y varetas. No presté mucha
atención cuándo ocurría semejante evento. Cuando algunas de mis tías me indicaban puntos en algún simple tejido. Los años pasaron y me fui
entreteniendo con otras cosas. Sí, de vez en cuando me tejía una bufanda, a
crochet o dos agujas, tapetes o carpetas. Agarraderos, cosas
chicas y sin mucho complique. Tejí bikinis y cursé un taller para aprender
a tejer zapatos.
La mayoría de mis
aprendizajes vienen dados desde la curiosidad… Ahora la curiosidad me la ha
matado la web y el sinfín de vídeos tutoriales que te encuentras navegando.
Cuando me vine de
Venezuela traía debajo de la manga la cartuchera de agujas crochet… Comencé a
tejer zapatos obteniendo buena receptividad y aprobación en Ciudad Autónoma de
Buenos Aires. Cuando llegué a Villa Gesell, además que llegué ocupándome de
otro trabajo, los zapatos tejidos no tuvieron mucha repercusión.
Estando ya mudada
a un monoambiente que se fue adueñando, positivamente, de mi paz y tranquilidad,
en un abrir y cerrar de ojos estaba tejiendo mándalas. Fue una cuestión de
querer ocupar mis ratos libres haciendo algún tipo de manualidades, asunto que
realmente no puedo evitar, es como una adicción: Hacer algo que al ver el
resultado provoque en mí el deseo de hacer más y más.
Mándalas, que a mi
juicio no es lo mismo que atrapasueños, pero que sí viene teniendo una relación
con los chakras y que ya mismo comienzo a estudiar.
Comienzo con los
CHAKRAS escribiendo que de las lecturas realizadas hasta ahora me indican que proviene
de la Cultura Indú, y éste nombre: CHAKRA proviene a su vez de la palabra sanscrita:
Rueda, vórtice (Remolino de Viento - Rueda de Luz); hace alusión a la forma, la
imagen, de cómo se perciben estos chakras; son 7 los principales y se enganchan
en nuestra columna vertebral.
(Recuerdan cuando en el
mes de noviembre estaba haciendo un sorteo de mándalas en dónde seleccionaría a
7 ganadoras, y el sorteo era en conmemoración a los 7 aniversario de Taller del
Viento? Bueno, encaigo que son 7 los chakras, y que por cierto, de las 7
personas 5 nunca reclamaron su premio. El paréntesis lo hago a propósito del
número 7).
...
¿Coincidencia?
...
¿Coincidencia?
…
Vuelvo
…
La función principal de
los chakras es absorber la energía universal para hacerla llegar a nuestros
distintos cuerpos: físico, mental, emocional, espiritual; y después irradiar
esa energía hacia el exterior.
En el canal de Youtubede Yoga con Marina Buedo (no practico yoga aún), la escucho: Un buen nivel energético
en nuestros chakras, asegura un sano mantenimiento de nuestro cuerpo físico,
emocional, espiritual, social. De ser así viviríamos en perfecto equilibrio
físico y espiritual.
Siendo entonces ruedas -giratorias-
o vórtices energéticos que se encuentran por todo el largo y ancho de nuestro
cuerpo energético (llamado “aura”), e interpenetrando todos nuestros campos,
actúan como transformadores o puertas de entrada a la energía: recibiendo,
acumulando, transformando, distribuyendo y ajustando esa vital energía de
nuestros organismos en una manifestación más de la realidad (más sutil que la
Materia) sintonizándola a la frecuencia vibratoria
óptima y particular de cada Ser, para luego precipitarse en nuestro cuerpo
físico, donde se desencadena una respuesta fisiológica.
Caer en la profundidad
del tema lo voy dejando para otro momento. Lo que sí quiero es encontrar la
razón del por qué tejer “mándalas” ha sido una terapia emocional interesante.
Comencé tejiendo
mándalas en colores crudos y blanco… Ha transcurrido un año aproximadamente y
ya comienzo a tejer mándalas con colores más vivos.
Es posible que alguna
cuestión interna se esté revolviendo o resolviendo. El tema es que justo éste
fin de semana puse el ojo en ciertos colores y llamativamente encontré al
terminarlos que casi son los colores que representan cada uno de los 7 chakras.
Terapia emocional, volver al centro tejiendo tramas desde el centro es una aplicación milenaria, algunas culturas ancestrales ya lo hacían... Ha de tener un propósito.
En las siguientes publicaciones iré mostrando cada uno con sus colores relacionados a los 7 chakras y su significado para la comprensión de la influencia energética que tienen para nuestro Ser, que, como bien señala Laura Lima. se refiere a un aspecto diferente de la vida y centrándose en un chakra en particular puede llegar a ser más consiente en cuestiones propias para luego trabajarlas y lograr una mayor salud y felicidad.
Todo es energía.
Todo es energía.
Con Afecto...