viernes, 17 de julio de 2020

ERA MI DESTINO Y YO NO LO SABÍA

Hola mi Gente Bella!!!


Llegó el momento de escribir acerca de mí, desde otra perspectiva. Me he tomado el tiempo para pensarlo. La gran duda: ¿Por dónde comenzar?

Hoy dedico seriamente éste escrito al día que salí de Venezuela. Y digo: Salí, porque en su momento "no me fui". Salí por unas vacaciones y en medio de las vacaciones tomamos la decisión (familia y amigas más cercanas) que lo mejor era cambiar el vuelo de regreso a Venezuela para otro lugar.

Todo comenzó así. Bueno, si lo pienso bien no sé cuándo comenzó. Quizá comenzó el día que Dios sugirió que debía vivir situaciones extremas emocionalmente para sacudirme la vida y emprender vuelo.

Se fueron sumando muchas cosas, quizá si las tildo voy engranando, a ver:

Políticamente hablando Venezuela viene en declive desde que comenzó éste último gobierno hasta la muerte de aquel innombrable (1999-2013), 14 años de mandato. Luego su sucesor (2013-2020), 7 años más. Total 21 años con los mismos personajes en el gobierno. Es posible equivocarme y considerar que él no fue el que inició todo, ciertamente descontento popular había… Solo que era otra Venezuela medio prospera. (No profundizo porque me ha de tomar horas de investigación para escribir con más propiedad y recordar fechas exactas)

 Recuerdo que en el 2014 hubo una crítica situación de calle que menguó durante años pero que en el 2017 la población se “resistió”.

* Yo estaba “felizmente casada”, entre comillas lo escribo porque lo que sucedió entonces terminó de cambiarme la vida. Estaba casada. Me enamoré. Me divorcié. Me dejaron.

* Justo era abril 2017, día 19, se celebra el Día de la Independencia de Venezuela. La oposición convocó a una marcha nacional, terminando la noche con enfrentamientos entre la Guardia Nacional Bolivariana y los manifestantes (obvio), en todo el territorio nacional. Mérida no escapó. Mi ciudad natal.

* Yo vivía en Avenida Las Américas, la vía de mayor afluencia, una de las principales avenidas de la ciudad. Trabajaba en un Jardín de Infancia que me quedaba a escasos minutos de casa. Mi casa (propia). En mi auto tardaba quizá 5 minutos en llegar, depende si me agarraban los dos semáforos en rojo. Los dos semáforos que tenía en la vía para llegar al trabajo, uno saliendo de mi urbanización. Tres cuadras más adelante (aproximadamente) el otro para cruzar al Jardín que está ahí mismo, apenas cruzando la avenida.

* El 20 de abril (es decir, al día siguiente –era jueves-) vamos a trabajar en “condiciones normales”, la Directora del Jardín estaba en la puerta recibiendo a padres, madres y representantes sugiriendo que era mejor que se retiraran porque la situación de calle estaba medio densa. Recuerdo que los “chavistas” se enojaban porque para ellos “nada estaba pasando”. Otros padres más conscientes sencillamente no se aparecieron. Realmente ese día pocos fueron los niños que llegaron al Jardín. Quedamos el personal y la Directora aprovecha de hacer una reunión con nosotras. Creo que eran más o menos las 9 de la mañana cuando escuchamos un tiroteo en la avenida. Salimos corriendo. Literal y real. Salimos corriendo. (Puedo asegurar que no recuerdo en este momento si yo ese día llevé mi auto o pegué la carrera corriendo hacia abajo, hacia mi casa. Esto me ocurre a menudo, hay episodios que no recuerdo bien, hay veces que me agoto de pensar tratando de recordar y prefiero dejar en el olvido). Sí recuerdo haberle dicho a la Directora que si no me presentaba a trabajar al día siguiente que no le extrañara, pero que francamente yo no me iba a exponer a pasar un susto en la calle. Efectivamente no fui.

* El día viernes despierto, me preparo para salir, salí caminando hasta la avenida para buscar mi auto que en los últimos tiempos lo dejaba guardado en el estacionamiento del Centro Comercial Plaza Las Américas porque mi casa no tiene estacionamiento privado, tenía que dejarlo frente a casa pero a expensas de… Lo cierto es que al llegar a la avenida la encuentro cerrada, con barricadas, la población comenzó a enardecer. Me regresé a casa. A media mañana me llaman del Jardín para decirme que debía presentarme, que la Supervisora del Distrito estaba exigiendo que las personas que vivían cerca debían llegar así sea caminando o levantarían Acta por inasistencia. Yo dije: Levanten el Acta y el lunes se la guardan en el bolsillo de atrás. Recuerdo que era la única inasistencia del mes y por Ley no podían levantarme Acta alguna.

* Enfurecida y con el dolor en el alma por aquello otro que me estaba ocurriendo en relación a la pareja de quien me había seriamente enamorado (que esto puede ser harina para otro costal, a él lo conocí antes de casarme y 14 años después volvió a aparecer). Lo cierto es que en medio de mi pánico emocional me fui al Ambulatorio Urbano Tipo I de la Urbanización Humboldt, donde vivía, y me hice atender con la Especialista en Salud Mental que ya venía tratándome por “caso divorcio”. Realmente me encontró con “ataque de pánico”. Dice: Es viernes y pudiera mandarte reposo médico por tres días, pero igual ya el lunes vencería y deberás presentarte. Igual sugiero que debes atender con Especialista en Psiquiatría. No estás bien y yo mucho no puedo ayudarte con los permisos porque esto es “ambulatorio”, solo puedo darte tres días. A lo que yo respondí: Lo importante es que llevo ésta constancia el lunes y así evito inconvenientes en el Jardín.

* Fin de semana largo en casa, de llantos y amargura. Lunes. Trabajo, poca asistencia de niños. Recuerdo que estábamos en el parque del Jardín y le digo a mi compañera: Siento que estoy y que no estoy. Me sentía como flotando. Me temblaba todo el cuerpo. Estaba seriamente alterada, no sabía lo que me ocurría. Al salir del Jardín (a media mañana, porque tampoco ese día cumplimos el horario completo) fuí a buscar a la especialista en cuestión. Ya atendida su diagnóstico fue: “Trastorno depresivo compulsivo”. Yo no sabía si llorar o reír. Jamás en la vida me imaginé semejante diagnóstico. Creí que eran nervios por todo lo que me estaba ocurriendo (desde adentro –yo- y afuera –país-) Finalmente lloré cuando me dijo que me daba 19 días hábiles de reposo. Nunca en mis 23 años de servicio por ninguna enfermedad había tenido tantos días de reposo médico. Ahí sí que lloré. Me asusté. Me preocupé.

* La situación de calle avanzaba cada día más. De hecho recuerdo que al salir del Centro Médico bajé corriendo en el auto porque daban toque de queda al medio día. Es decir, a partir de las 12 ya no se podía transitar con vehículos. Me quedé varada a pocas cuadras de casa. Poco a poco fueron soltando autos hasta que por fin me dejaron pasar. Llegué a casa. Ufff! Sin palabras.

* Al cumplir el término del reposo debía volver al médico para que me diera el alta, digamos, como para verificar que ya podía incorporarme a aula. Hubo reposo nuevamente. Al igual que el país yo también estaba en declive fugaz. Así, de reposo en reposo hasta el mes de julio.

* Reconciliación no hubo. La cara tampoco me la dieron. Cobardemente se ocultaron. Hoy día puedo decir que mi más fatídico suceso quizá resultó ser lo que tenía que ser, lo que tenía que suceder.

* Mi hermano mayor que vive en Bostón hace varios años se enteró de mi situación, cosa que no le había querido contar yo, pero mami decidió comentarle. Me hizo una vídeo llamada y por más que quise evitar responderle… Abrí la pantalla y me dejé ver. Lloró él al verme la cara. Lloré yo por el dolor que les estaba ocasionando a mi familia con mi sufrimiento. Ofreció comprarme pasajes para irme con él unos días. Yo le expliqué cómo funcionaba lo del reposo y que mientras estuviese andando el año académico yo no podía viajar. Esperar que para la siguiente consulta me dijeran si volvía al Jardín o no.

* 10 de julio, siguiente consulta. Yo le planteo a la Doctora la posibilidad que tengo de irme de vacaciones desde ya y ella dice que lo más sensato era haberme reincorporado al Jardín. En cada consulta médica me atendía una Doctora diferente. Ninguna me escuchaba. Todas solo me miraban y sin mediar media palabra ya estaban suscribiendo el siguiente reposo. Ésta última sugirió que lo más conveniente era que yo debía seguir mi vida y trabajar seguramente me hubiese ayudado mucho más a dispersar la mente que estando encerrada en casa ahogándome en mí sufrir. Pero, dice ella: “Faltando solo días para las vacaciones colectivas no valdría la pena, anda a hacer tu viaje y en septiembre cuando vuelvas me buscas directamente y vemos cómo has avanzado”. Así que reposo nuevamente. Me sugirió escribir un diario. Desahogar todo cuanto pasaba por mi cabeza en cualquier momento del día. Que escribiera y ese cuaderno se lo llevara al regreso. Ella me encantó. Muy buena Doctora. Me escuchó.

*Salgo de la consulta y enseguida llamo a mi hermano. Dice que va a ver cómo estaban sus cuentas para comprar pasajes. Ese mismo día me llama y me dice que íbamos a tener que esperar porque no le alcanzaba el dinero. Yo me quedé así como quien quiere la cosa pero no puede. Bueno, ni modo. Que se haga la voluntad de Dios. Ese mismo día a la media noche me llama mi hermano, me asusté, yo ya estaba medio dormida, respondo, dice: “hermanita me da mucha pena decirle que era mentira, solo quería hacerle una broma, abra su correo y mire lo que le envié”. Al rato, abro el correo y tenía los pasajes. Volví a llorar. Creo que llorar era lo mejor que sabía hacer.

* Pasajes comprados para viajar a Bostón el día 18 de julio. El día 17 de julio debía salir de Mérida hacia Caracas (hay en carretera 12 horas de distancia aproximadamente, pero tomé un vuelo y pasé una noche en un hotel cerca del Aeropuerto Internacional de Maiquetía “Simón Bolívar”).

* El día 17 de julio recuerdo que debía estar viajando a las 4 de la tarde desde el aeropuerto de El Vigía hacía Caracas. (El Vigía queda a una hora de Mérida. En Mérida el único aeropuerto que hay está cerrado hace muchos años). Salí temprano de casa para ir a pagar los servicios: Agua, Luz. Pasé por el consultorio de mi mamá para saludarla previendo que quizá no iba a volver a verla hasta dentro de mes y medio después. Hice un recorrido hermoso por la ciudad. Grabé un vídeo, he pasado muchos días tratando de encontrarlo y no lo encuentro. Creo que lo eliminé.

* Llegué a casa para terminar de arreglarme. Llegó mi ex esposo, quien a todas estas siempre estuvo a mi lado dándome fuerzas. Nos "perdonamos", supongo yo que esa es la palabra. Fue a despedirme y a saber si me quedaba algún pendiente por resolver. Nada. Todo pago. Todo al día. Quedamos que él pasaría por la casa de vez en cuando para darle una vuelta. Luego del divorcio nuestra relación fue como la de un principio: Una hermosa amistad. Mi papá me llama y dice que están tratando de llegar a casa pero que hay mucho tránsito y no saben si llegaran, pero que deseaba el mejor de los viajes y que Dios me bendiga. Al final llegaron: Papi, mami, mi hermana y mi sobrina, y estaba mi ex esposo también. Abrazos, buenos deseos y hasta tiempo para unas fotos hubo. 


* Yo estaba emocionada por el viaje. Mi mamá sabía que no volvía. Me lo confesó después. Ella me miraba con sus bellos ojos color verde aceituna, brillantes como el sol. Callada. Solo un abrazo bien apretado, bien apretado a todos y me voy. Llegó el taxi que me llevaría hasta El Vigía. Emocionada pero nerviosa porque las vías quizá podrían estar cerradas. Venezuela no estaba bien. Habían piquetes a cada nada en cualquier rincón del país. En las entradas/salidas de cada ciudad. Era una pandemia, como la de ahora, pero con otro nombre.

En el Aeropuerto Internacional "Simón Bolívar"
* Al día siguiente, 18 de julio ya estaba embarcando hacia Bogotá y de ahí a Bostón.
Es muy emblemática la foto en el lugar, es un piso con "ritmos cromáticos",
una obra del artista venezolano: Carlos Cruz Diez

* Llegé. Emoción. Alivio. Tranquilidad. Amor. Ternura. Ver a mis hermanos (a mi hermano y a su esposa), a mis sobrinos. Pasar un tiempo con ellos era realmente una bendición. ETERNA GRATITUD HERMANO.

* A escasos días de estar en Bostón recibo la noticia que Avianca estaría suspendiendo sus vuelos comerciales con Venezuela y que los pasajeros que tenían previstos vuelos con ellos debían ponerse en contacto con la aerolínea para cambiar los pasajes a otro destino. El “otro destino” en mi caso era Bogotá. Me dejarían en Bogotá, lo más cerca de Venezuela. Pero el pasaje de ahí hasta Venezuela debía comprarlo. Comprarlo salía casi al mismo costo que el que compró mi hermano Venezuela-Bostón-Venezuela. Pensar. Pensar. Angustias. Miedos. Indecisiones. Mi familia decía que era mejor que viajara a Argentina. En Estados Unidos por cuestiones netamente legales como migrante no debía quedarme más que el tiempo permitido por el departamento de migraciones. Así que después de varios días tratando de tomar la mejor decisión, en medio de la crisis que abatía a Venezuela, por ejemplo, dice mami: Desde que te fuiste estamos sin gasolina. No hay gasolina en toda Mérida. Colas muy largar para poder surtir. Así. Nada cambiaba.

* Hablé con una amiga que un año atrás se había venido con su familia a Argentina y le planteo la situación. Le pregunté con cuánto dinero creía ella que debía llegar. Ella sugiere un monto. Yo no llegaba ni a la mitad. Ella insiste que era mejor venir a Argentina que volver a Venezuela. Yo tenía unos ahorros en dólares que los iba gastando para poder comer y pagar cuentas en Venezuela. El sueldo no me alcanzaba. En Venezuela se cobra quincenalmente, y en los últimos de cada mes pagan un bono de alimentación. Pero, la primera quincena ya estaba alcanzando para comprar en la panadería un poquito de jamón, de queso, pan (con mucha suerte si había), leche (con mucha suerte un litro por persona), huevos (con mucha suerte medio cartón para cada persona), jugo de naranja (era un lujo) y una caja de cigarros. Ya, se terminaba la quincena. El último de mes compraba el resto de alimentos pero ya estaba cambiando dólares para poder comprar para mi casa y para llevar otro poquito a casa de mis viejos. Así que al parecer, repito, lo peor que me pudo pasar en la vida (que tiene nombre y apellido) fue lo mejor.

* ¿Por qué Argentina? Porque ya tenía DNI de acá. Entre los años 2010 y 2013 estuvimos mi ex esposo y yo cursando estudios de Postgrado en la Universidad de Tres de Febrero (UNTREF), durante ese tiempo lógicamente obtuve el DNI como residente permanente. Solo que el DNI lo había dejado en Venezuela, en mi mesita de noche. Lo tenía dentro del pasaporte y Visa. Pero al momento de viajar lo dejé “porque no lo necesitaría”. Luego, un amigo de mi amiga que está en Argentina, la que menciono arriba, viajaría, entonces ella le pidió el favor de llevarme el DNI, es decir, de traérmelo.

* Decisión tomada, no vuelvo a Venezuela. Oh mi Dios!!! Y el trabajo? Y el quince y último? Y el trabajo estable de más de 23 años de servicio? Y los estudios? Y la casa? Y el auto? La familia? Los amigos? La vida?

* Allá quedó todo. Allá quedó una parte importantísima de mi vida. Acá quedé yo, conmigo misma. Con Dios y la Virgen, con mi amiga, con la vida que debía continuar.

* Recuerdo que cuando llegué a Argentina y voy pasando por migraciones le consulto al funcionario si con la copia de mi DNI (que tenía en mi correo y que imprimí antes de ese viaje), podía verificar su estatus. Algunas personas me decían que seguramente debía volver a tramitar todos los papeles. Pero mi suerte estaba echada. El funcionario revisó y mi DNI está activo, vigente, hasta el 2027. Así que: Bienvenida a la Argentina, dice él. Yo tomando el pasaporte con mis manos temblando y sudorosas solo dije: Gracias.

* Entré el día 7 de septiembre de 2017 a Argentina nuevamente.

* Y desde entonces echándole pichón. Ese pichón lo contaré en otro momento.

Por ahora dejo hasta acá. Siento que recordar todo aquello es conmemorar esos momentos y por alguna razón me hace sentir bien contarlo.

17 de julio de 2017 el día que salí de Mérida. El 18 de julio realmente fue el día que salí de Venezuela. Pero hoy, hace tres años que he dejado atrás una vida hecha, lo tenía todo, al parecer, todo. Casa propia, auto, años de servicio en el Ministerio de Educación, finalmente renuncié al cargo. Esa es una historia interesante cuando escribo: Finalmente renuncié, al cargo que hacía tantos años atrás lo quería dejar. Solo que el común denominador opinaba que no era conveniente, que yo estaba loca, qué cómo se me ocurría, que ahí tenía yo una jubilación, una pensión, en fin... Yo hacía caso. Pero lo renuncié. 

Cuando llegué acá a Argentina preparé CV y llevé a Colegios privados, por suerte nunca me llamaron. Lo hice, así como hice todo cuanto me decían que hiciera. Trabajé medio día en una panadería cocinando. Trabajé 15 días en un local de ropa de niños en el que o me maltrataban o yo estaba muy susceptible, que no aguanté a las chicas de la tienda y un día a media mañana salí al correo argentino y puse la renuncia. Total!!! Decía yo: Después de haberlo perdido todo, se pierde hasta el miedo.

¿Cómo vine a parar a Villa Gesell? Esa historia también la dejo para otro momento. Debo recuperarme de éste trago dulce-amargo que fue dejar todo aquello atrás y que hoy quiero celebrar, a pesar de todo. Luego, en otro momento caigo en éste otro trago dulce-semi-amargo-agrio que ha sido para mí Villa Gesell. O mejor dicho, no la ciudad sino algunas de las personas con las que me topé y a quienes desafortunadamente les pedí ayuda… Y me ayudaron, pero me costó muy caro.

Hoy celebro lo vivido, porque confirmo que en la vida las cosas pasan como tienen que pasar. Muchas personas quizá tienen sus vidas planeadas. Planificadas, muy estructuradas. Yo, no tanto. Aunque hasta entonces se desarrolló como tal. Yo pensé que la tenía así, hecha, como escribí antes. Las sacudidas han sido místicas y me ha servido para no ir a la carrera y competir solo conmigo misma.

Ahora me empeño más en mi emprendimiento y trabajo día a día para lograr el éxito y enfocarme en hacer lo que corresponda.

Seguiré escribiendo en otro momento… Gracias Argentina y Gracias argentinos de buen corazón, al fin y al cabo un día como hoy hace tres años eras mi destino (no diré que el final) y no lo sabía!!!




Gracias por tu visita y comentarios
Con Afecto...




miércoles, 3 de junio de 2020

MÁNDALA OJO TURCO


Hola mi gente bella!!!

Tejí un mándala con los colores del Ojo Turco


Si quisiera pudiera comenzar por mirarlo desde el punto de vista de los círculos sagrados ya que el Ojo Turco se compone de círculos concéntricos o con formas de gotas, comienza desde dentro y va hacia fuera en el siguiente orden: negro o azul oscuro muy intenso, azul claro, blanco y azul oscuro, algunas veces con un aureola en color amarillo o dorado. Generalmente está hecho de cristal de murano. Se le refiere en ocasiones como el ojo azul.
No obstante, los colores podrán variar según la intención con que se lleve el amuleto:

  • Azul, siendo el de uso más común. Está asociado al agua, ya que en Turquia y en otros países de esa región el agua escasea es muy valorada por ellos, dándole el significado de crecimiento y prosperidad. Es el signo del buen Karma, se vincula a las buenas energías y a la protección contra el mal de ojo.
  • El azul claro se vincula con el color del cielo; simboliza la verdad y ofrece directa protección frente al mal de ojo.
  • Rojo resguarda y fortalece el amor, la pasión y el deseo, es el color de la energía, el poder y la determinación.
  • Amarillo resguarda la vitalidad, la fuerza y la salud, siendo el color del sol, simboliza la fuerza y la vitalidad; es el color de la salud y el vigor físico.
  • Blanco , la luz, purificación y bondad.
  • Verde siendo el color de la naturaleza, simboliza la esperanza y el desarrollo tanto físico como emocional y espiritual.
  • El blanco se asocia a la luz; simboliza la bondad, la inocencia; es el color de la perfección, que limpia y purifica energías negativas y las transforma en positivas.
  • El violeta es el color de la nobleza; simboliza el poder y la ambición y se asocia, también, a cualidades como la sabiduría, la dignidad, la independencia, la creatividad, el misterio y la magia.


El Ojo Turco se hizo omnipresente y omnipoderoso en cada rincón de Turquia y Grecia.
Se le llama “ojo” y supongo que es por la forma circular del iris (no de nuestro ojo completo). Y siendo nuestros ojos (nuestras miradas) el “libro abierto de nuestras almas”, se convierte en una expresión de nuestros sentimientos. A veces es positiva; otras veces no tanto y consciente o inconscientemente pueden afectar nuestra existencia. Y si nuestros sentimientos o pensamientos son negativos el Ojo Turco viene a protegernos de nuestros propios pensamientos negativos pero también de los pensamientos y sentimientos negativos de los demás hacia nosotros, es decir, nos protege de las influencias o energías negativas y de la envidia,  por ello se le dice que es el máximo protector contra el “mal de ojo”.

ORIGEN:

Su nombre original es nazar  boncuğu. La primera palabra, nazar, deriva del arabe, se pronuncia ‘nadar’, significa la vista, la vigilancia, la atención, y otros conceptos relacionados. La segunda palabra, boncuğu es un derivado de boncuk, "bead". En suma es “piedra del mal de ojo”, “ojo turco”,  “ojo azul”  u “ojo griego” es un amuleto cuyo nombre original es “nazar”. Viene del árabe y significa seguridad y atención, que por supuesto tiene que ver con el uso que le dan.
¿Turco o griego? Es una tradición que abarca toda la región, por eso se le ve en ambos países. En el antiguo Egipto y en Babilonia, consideraban, como le señalé en el párrafo anterior, que los malos sentimientos del ser humano se proyectan a través de los ojos, pues estos son la parte más expresiva del cuerpo, razón por la cual era común que turcos y griegos usaran un talismán en forma de ojo como una forma de "distraer" la mirada del poseedor del mal de ojo.

¿CÓMO USARLO?

Como la mayoría de los amuletos y piedras utilizadas para protección y buena suerte el ojo turco también de debe limpiarse sumergiéndolo en agua y sal marina, y durante una noche de luna llena cargarlo energéticamente. Por último, secarlo con un paño suave. Queda listo para ser usado para nuestra protección, el de nuestros hogares o nuestros negocios y evitar que nos afecte la energía negativa de las demás personas:
  • Como accesorio o bisutería: collares, pulseras, tobilleras, zarcillos.
  • Puede ser guardado dentro de la ropa o el bolso de uso diario.
  • Se puede colocar en las puertas de entrada a nuestras casas o negocios.
  • En nuestros autos también se puede colgar en el espejo retrovisor.


Puede ocurrir que el Ojo Turco se rompa, se caiga y se parta, que se nos desprenda y de una pulsera, un collar, algo por el estilo, a mí ya me ha sucedido y han salido rodando los ojitos por el piso, por ejemplo, bueno, significa que el nuestro protector Ojo Turco ha cumplido su función reteniendo suficiente energía negativa, para lo cual la mejor recomendación es tirarlo, no tratar de repararlo, sino más bien sustituirlo inmediatamente por otro.
He escuchado más no tengo la veracidad de ésto, que debe usarse en números nones, el número tres por ejemplo, es un número muy fuerte que nos ayuda a proteger, es decir usar en tres veces: tres pulseras, o una pulsera dos aretes, o una pulsera, una tobillera y un arete.

REFERENCIAS:

Si llegaste a leer hasta acá quiero aclararte que no soy investigadora o muy conocedora del tema, solo una curiosa empedernida que googleó y encontró información valiosa en los siguientes enlaces:
Si consideras que alguna información es errada te agradecería muchísimo que con todo respeto lo aclares en los comentarios. Después de todo se trata de aprender e ir corrigiendo.

Gracias por tu visita y comentarios

Con Afecto...


martes, 21 de abril de 2020

¿QUÉ TEJO CUANDO TEJO UN MÁNDALA?

Hola mi gente bella!!!


Por acá vengo para escribir acerca de los mándalas y de lo que 'pretendo tejer' cuando los tejo.
Haciendo una pequeña investigación en la web, tratando de no ahogarme en la navegación, voy descifrando con cierta propiedad el significado intrínseco de la palabra mándala y del mándala en sí.
“Del mándala en sí”, acoto, como producto final, porque son múltiples las técnicas gráfico plásticas que se pueden emplear en su realización y todas 'descargan' un propósito muy especial. 
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Los monjes budistas tibetanos, por ejemplo, suelen elaborar mándalas que rellenan con arena teñida de colores naturalmente y al finalizar su trabajo lo barren, la arena la colocan en un frasco y luego tiran esa arena en el río, este ejercicio espiritual lo hacen para aprender lecciones sobre el desapego y el fluir universal, como representación del ciclo de la vida, una especie de meditación trascendental. 
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Mándalas las hay pintadas con distintas tipos de pinturas (acrílico, acuarela), en la técnica del puntillismo, pintadas con lápices de colores, lápices acuarelables, o solo al lápiz -grafito-, con marcadores, las hay bordadas en punto de cruz, las hay en vitral o falso vitral, ¡tatuadas!, y también tejidas a crochet (como las que me he sumado a tejer yo desde hace dos años aproximadamente)
Origen de los términos:

Las principales lecturas que he hecho acerca del tema, parten de que el origen de la palabra Mándala proviene del “Sánscrito”.
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¡Muy bien!
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Pero, alguien como yo necesita profundizar un poco en el tema para estar segura que lo que estoy diciendo es veraz, entonces, parto por revisar primero el significado de la palabra “Sánscrito” (Más, no me haré una experta en el tema, es solo información).
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¿Qué significa Sánscrito?


El sánscrito o Lengua de los Dioses, es una lengua sagrada, la más antigua de la humanidad y de las lenguas con parentesco indoeuropeas (griego y latín) Floreció en el sur del continente asiático - India. Sam se traduce como ‘bien’ y kritam como ‘hecho’, por tanto, la palabra sánscrito viene de samskritam, que quiere decir: perfecto, pulido, completo, bien hecho.
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Se dice que el sánscrito es la Lengua de los Dioses por su complejidad, porque además desde hace casi cuatro mil años se le ha utilizado para alabar a las diferentes deidades. Los mantras y cánticos que recitan los hindúes, budistas y jaines, en su mayoría, fueron compuestos en sánscrito. 
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Ha funcionado como vehículo de expresión y comunicación entre líderes religiosos de casta alta, filósofos, eruditos y artistas. Los gramáticos, literatos e historiadores del sánscrito se jactan de que ésta es la lengua de los Dioses, porque su gramática es tan perfecta y difícil, que sin lugar a dudas es para los Dioses y no para los humanos.
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Me dejo llevar por un mar de información entonces sucede lo que ahora. Han pasado horas navegando. 
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Rescatando el tema, vuelvo con algo que me pareció interesante y es que el sánscrito además de contener escrituras antiguas de la India, son escrituras repetidas una y otra vez por su conocimiento y sabiduría pero también por su poder vibracional. Yo, vengo opinando que debemos vibrar con las cosas que hacemos, y con las cosas que decimos, las cuales tienen un gran poder: La Palabra.
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Las vibraciones sánscritas son las mismas que las vibraciones naturales de las células de nuestro cuerpo y de nuestros cuerpos sutiles. Son las vibraciones esenciales de todo lo que existe y tienen el poder de sintonizarnos con la inteligencia cósmica y, de esta manera, de sanar, equilibrar y elevar la conciencia. 
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Entonces, bien por éste breve estudio, bien por todos los conectados vibracionalmente en el arte de encontrarse a sí mismo, transitando ese camino a veces truncado para llegar al centro de una misma.
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Al final de éste post queda la lista de “Fuentes” revisadas y utilizadas, pueden dirigirse a ellas para profundizar en el tema. Si les interesa. Hay mucha lectura interesante.

¿Qué significa Mándala?


Ahora bien, la palabra Mándala proviene del sánscrito y significa ‘círculo sagrado’. Estas representaciones en forma de círculos son utilizadas en diferentes culturas, como la budista, hinduista, cristiana y en algunas tribus indígenas, como un elemento artístico o un medio para que la persona se encuentre consigo misma.
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Los mándalas se diseñan partiendo de “figuras geométricas”, vienen de una cultura tan milenaria como la cultura de la “geometría sagrada” que simboliza la conexión del Centro con la Totalidad.
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Rûdiger Dahlke, sostiene que el centro verdadero de un círculo es un punto y éste simboliza la Unidad, la Totalidad, la Perfección. Del ‘punto’ nace el círculo y la esfera siendo sus formas de revelarse. El círculo es un punto más una dimensión, por esto el círculo vive de su centro: Dios y el mundo… lo Uno y lo Múltiple… lo Implícito y lo explícito… el Contenido y la forma... lo Metafísico y lo físico… pares de conceptos que significan todos lo mismo.
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Entendamos, la identidad entre Dios y el mundo, entre lo Real y lo ilusorio, identidad que encierra un secreto que muchas veces pasa de largo, es una paradoja que hay que comprenderla muy bien, estar atento a ello, porque muchas veces puede ocurrir que se cae en dos extremos al mismo tiempo:
1.- O nos perdemos en el mundo de las formas  (materialismo)
2.- O tratamos de escapar del mundo formal movidos por la errónea creencia que la espiritualidad se encuentran fuera de ese mundo.
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Y lo cierto es que no se puede huir de ese mundo ya que solo existe en nuestra conciencia. Finalmente, comprender que debemos servirnos del mundo (afuera) para transitar nuestro camino hacia el centro, hacia la redención.
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Si hay alguna lectura de las tantas que he abierto el día de hoy y que me engancha es la de Dahlke, de algún modo sugiere que la vida es movimiento y el ‘punto’ es tan dinámico como las líneas, los espirales (la geometría sagrada, no es cierto?), la vida es un baile, un recital, y bien si la danzamos al son de nuestros colores cuánta magia crearíamos. Danzar alrededor de un centro es una de las danzas más antiguas y que hoy día son de las que más placer da: Danzar alrededor del centro.
Volvamos
Mándala entonces es una estructura simbólica, que representa el centro del universo, en su realización coadyuva a las personas a encontrar su propio centro proporcionando estados de meditación, relajación y concentración como descarga de energías vibracionales con las cuales ansiamos conectarnos, conscientes o subconscientemente, ya que si se tratase de un mándala dibujado o coloreado, las formas geométricas y los colores que utilicemos en su realización “hablarán” para los expertos el idioma que revelará el estado de ánimo y las emociones de la persona que lo realiza. Imagínense si se utilizan flores en sus diseños, pues dicen que las flores en los mándalas representan el comienzo hacia una nueva vida. O si utilizas animales, los cuales también revelan rasgos particulares de tu personalidad.
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Tiene sin lugar a dudas un fin terapéutico que conlleva a la liberación del estrés y a lograr un estado de concentración y meditación que procura un estado de bienestar del cuerpo, la mente y el alma.

¿Qué tejemos cuando tejemos un mándala?


He 'mencionado' las variables del simbolismo de los mándalas pintados, el significado de las formas y figuras geométricas, los colores y algún otro detalle ampliaré en una próxima publicación. 
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Para algunas culturas orientales milenarias los mándalas están relacionados con las energías vitales y asocian determinados colores con un chakra. Cada color tiene un significado y por supuesto una importancia vital.
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Al “pintar” un mándala el cuerpo recibe ciertos beneficios: mejora la concentración, la imaginación, la creatividad, disminuye los estados de estrés, siendo lo más valioso el encuentro consigo mismo a través de la meditación, lo cual se logra en un ambiente tranquilo, luminoso, cómodo y de ser posible silencioso o con una buena música de fondo.
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'Tejer' un mándala 'partiendo de un círculo mágico', te lleva a lograr el equilibrio con tu mente, cuerpo y alma. Un aquí y ahora.
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Generalmente el mándala se teje comenzando del centro hacía afuera, y ese es el propósito de tu conexión con el Universo: Tu YO y el Cosmo. Relájate, inspírate y llévate a la profundidad de tu Ser. Conócete, descúbrete, reinvéntate.


Pero, 
¿Qué tejo cuando tejo un mándala?


Aprendí a tejer mándalas diseñados por otra persona, siguiendo esquemas a través de vídeos tutoriales en Youtube (mis preferidas son las de CukiCrochet) y de las Revistas de Evia Ediciones con sus diferentes artistas. Cuando tejo algunos de éstos mándalas siento que me conecto de alguna manera con esas personas, sin conocerlas. Es simple, tan simple como amar la simpleza misma de hacer las cosas.
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(Abro paréntesis para comentar que la primera vez que vi, cerca de donde llegué a trabajar en Villa Gesell, un Taller en donde dictaban cursos de mándalas quise incorporarme a una de sus clases, entre mi horario laboral que no me facilitaba la asistencia y el costo del mismo, encontré en las revistas de Evia Ediciones una alternativa para aprender a tejerlos en la comodidad de mi casa y en los tiempos disponibles. De ahí en más, cada vez que “copio” el trabajo de alguien lo registro en los comentarios de mis publicaciones, cuando no registro datos de sus autorías sencillamente es porque han sido creados por mí.
En la vida hay que tener la certeza que el agua tibia ya fue descubierta, y que hay que darle el debido reconocimiento a quien lo tiene, a quien se estuvo horas ideando patrones lindos para hacer el tutorial gratis para ti. En la web están colgadas tantas informaciones como fotos e imágenes, y bien reza un dicho que “entre Cielo y Tierra no hay nada oculto”)
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Hoy día me he ido “liberando”, y estoy tejiendo mándalas sin más. Digamos que son diseños propios… Resultado de todo lo que he venido aprendido de otras personas. Hay que recordar que en el campo espiritual si hay un aporte indispensable en el crecimiento de cada persona es su relación con otras, algunas te darán lecciones extremas. Las extremas no son precisamente de mis favoritas pero reconozco al maestro espiritual que les habita y que me llevan a modificar rasgos en mí. (Ésto es otro tema)
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Trato de recordar cuándo fue la primera vez que tomé un ganchillo e hilo y no lo recuerdo bien, son varios los recuerdos que vienen a mi memoria. Mi abuela paterna tejía manteles, cubre camas; mis tías paternas también tejen, a cada una se le facilita uno que otro motivo: indumentarias, cubre camas, manteles, y también las “carpetas” a las que nosotros en Venezuela le llamaríamos “tapetes”, utilizadas muchísimo para decorar centros de mesas, mesas de recibos, así como también los llamados “caminos de mesa”, tejidas a crochet o ganchillo. Lo cierto es que, ¿Cómo no pensar que esas carpetas o tapetes, los cuales son tejidos circulares, no pudieran ser también mándalas?
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No solo tejo un entramado de hilos, que pueden ser de un solo color (siendo mis preferidos para los mándalas los colores crudo o natural y blanco). Ahora utilizo otros colores.  
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Al tejer un mándala partiendo del 'centro energético de equilibrio mente-cuerpo-alma' se teje un entramado que, en lo particular, me permite desconectarme del mundo (allá afuera) y concentrarme en una búsqueda de respuestas que aguardan en mi interior, que a la larga me ayudan a conseguir paz, tranquilidad y armonía personal, y qué divinidad cuando el resultado te produce también satisfacción personal. Me aporta serenidad, facilitándome la atención plena y conectándome profundamente para lograr llegar al autoconocimiento, ya que nos permite conocer o descubrir cuál es nuesto lugar en el mundo y analizar las relaciones que tenemos con las demás personas.
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Cuando tejo un mándala siento que me conecto con la creación, bendigo y honro el maravilloso poder de crear que me otorgó el mismísimo Creador. 
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Al tejerlos siento que me conecto con mi Ser Interior, con mi Yo no egocentrista, sino más profundamente con mi paz interior, y que al fin y al cabo es la Paz de Dios en mí.
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Soy manualista y artesana innata, (con pocos estudios en el área pero con muchos propósitos para aprender), tejo mándalas por la energía positiva que me produce, porque he residido en el tejido gracias a la necesidad de ponerle movimiento a mis manos que  incesantemente están en la búsqueda de la creación y de la transformación en sí.
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 Ofrezco a la venta los mándalas para ser utilizados en la energetización de lugares, ya que desde un punto de vista espiritual ayudan a purificar y equilibrar las energías del ambiente.
Con tan solo verlos, los mándalas ubicados en cualquier lugar del hogar crean un ambiente de equilibrio y bienestar que es capaz de transformar la energía negativa en energía positiva, claro, todo está en tí. También los he ofrecido para decorar locales comerciales, si todo está en mí, y todo está en tí, y las cosas tienen la energía que tú les proporcionas, qué tal que en tu local comercial tengas un mándala tirando energía de prosperidad, de crecimiento y oportunidades de negocios (positivos, obvio - siempre positivo) y de protección contra todas las "malas ondas" de gente poco positiva que a veces se nos acercan.


Ahora bien, a la pregunta:  

¿Por qué tejo mándalas?


Respondo: ¿Y por qué no?
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Hay veces que pareciera que la gente me ve perdida en el mundo, que creen que no sé lo que quiero en la vida, que estoy equivocada en lo que estoy haciendo o en las decisiones que tomo respecto al trabajo que realizo desde el Taller (mi vida sentimental y de pareja es otro asunto). Sin embargo, lo que más me convence es darme cuenta, al verles la cara, que no saben que vengo queriendo lo mismo hace un montón de tiempo:
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“Quiero hacer lo que se me de la real gana”
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Y de verdad, créanme, es cierto. Quiero vivir mi vida a plenitud, gozarla y disfrutarla haciendo lo que me gusta y para lo cual sé que estoy destinada. He probado la realización de un sinfín de trabajos manuales y artesanales, sin embargo, las circunstancias de la vida, las mismas que me trajeron de vuelta a Argentina en el 2017, las vivencias que vengo experimentando me llevan cada vez más, sin mucho apuro pero con un firme empujón, a encontrar la paz, la armonía, la tranquilidad espiritual, mental y del alma en la realización no solo de los tejidos de mándalas, sino de cualquier otra actividad que me permita valorar el don de crear.
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Entregarme a la armoniosa y placentera realización de los mándalas tejidos a crochet me causa la misma satisfacción que cualquier otro trabajo creativo que realice. Sea cual sea, repito. Porque me parece que siendo hija de Dios y habiéndonos Él “creado” a su imagen y semejanza se me hace que no hay nada más placentero que sentirse regocijado en el trabajo de crear.
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Pero crear por crear algo que te inspire, que te seduzca, no va de las manos con el crear por dinero, con el apuro o el afán de “hacer dinero”. Es cierto que hoy día el tema económico, financiero y de ganancia de capitales impera en un mundo cada vez más convulsionado y “harto hasta el hastío mismo” del “compra ya”, “aprovecha”, “súper descuento”, "no te lo puedes perder", "con tu primer compra tenés 10% de descuento en la siguiente compra"...
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¡¡¡Paremos ya!!!
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Entonces las personas comienzan a opinar: Y qué esperas para hacer una docena de estos así? Y qué esperas para hacer 24 bufandas y llevarlas a una tienda? Y qué esperas para tejer los muñequitos de amigurumis que tanto le gustan a las mamás? Y qué esperas???... Y qué esperas... Y qué esperas para vender???... Y no sé que esperan los demás de mí.
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O, lo que es más “lindo” todavía: Y por qué no tejes ropita para perros? Y por qué no tejes fundas para mates?, O, Y por qué no tejes monederos para abuelitas? O, por qué no me hacés estos sonajeros para bebés en amigurumis?, O, por qué no me hacés collares de amamantar? O, por qué no me hacés… O por qué no hacés… O, por qué no hacés… Y me llenan la cabeza de ideas, de cosas “que otros necesitan”, o creen que necesitan. Yo las aprecio a todas, me hacen reír, porque la verdad es que intento tejer fundas para mates, y sonajeros para bebés, pero no es lo que me sale. No sale. No es. Y les agradezco sinceramente la buena voluntad de aportar ideas a ésta cabecita loca que pareciera que no sabe lo que quiere. 
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ES TÚ IDEA!!! HAZLO!!!
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Punto
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Al respecto me dí un tiempo, un espacio después de éste último feo y desagradable verano, en donde me harté de participar en ferias artesanales sin gozar la benevolencia de decir que al menos un mándala de 150 pesos logré vender por día. Terminé pensando de mí misma que iba solo a hacer el ridículo. En serio. Todo es energía, es cierto, y con todo respeto no estuve envuelta entre las mejores. Me aparté, sigo apartada... Aún apartada las personas dicen: "Debes publicar todos los días", "No pares de publicar". "Todos los días una publicación al menos debes hacer en Instagram". Se me termina ésto convirtiendo en un afán por conseguir ¿más seguidores?. Sí, igual se siguen sumando seguidores sin estar cumpliendo con las publicaciones diarias. Por suerte. Si llegas a leerme hasta acá: GRACIAS GRACIAS GRACIAS.
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Gracias por comprender que hay tiempo para todo, que todo lleva su tiempo, que el Tiempo de Dios es Perfecto.
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Por razones como estas me he tomado el 'tiempo' para buscar, indagar, leer, nutrirme de sabiduría, de conocimiento y de apartar un poco esa hambre feroz que hay de "redes sociales", el pan nuestro de cada día y del cual, efectivamente, me nutro yo hoy para hacer ésta publicación. Publicación que llevo tres días preparando. Hay que armonizar. Es urgente.
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Y creo que el arte es otra, que la creación es otra cosa. O que yo soy otra cosa.
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Mientras más caiga yo en un estado de crisis o caos psíquico agudo colectivo en el que predomine el: "Lo que tú tienes que hacer es..."
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Más tejeré mándalas
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O lo que se me de la gana.
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Y está bien...
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Hay algo que se llama sincronicidad, y lo lindo es saber que efectivamente me estoy conectando con lo que debo y tengo que conectarme.


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Con afecto:




Fuentes:


Alejandro Gutman. Sánscrito. El Portal de la Antigua India. https://algarabia.com/lengua/sanscrito-la-lengua-de-los-dioses/ 

Beatriz Dávila. ¿Qué es sánscrito y por qué es importante en el yoga? https://www.aboutespanol.com/que-es-sanscrito-y-por-que-es-importante-en-el-yoga-1154598


Gabriel Pradīpaka. Aprendiendo Sánscrito - Primeros Pasos (1). https://www.sanskrit-trikashaivism.com/es/aprendiendo-sanscrito-primeros-pasos-introduccion/406

Isabel Huacuja. Sánscrito: La lengua de los Dioses. https://algarabia.com/lengua/sanscrito-la-lengua-de-los-dioses/

La mente es maravillosa. Mándalas: 5 beneficios. https://lamenteesmaravillosa.com/mandalas-5-beneficios/

Mundo Mandala. Qué son las mandalas. https://www.mundomandala.online/mandala-que-es/