Enseñando mi scraproom: Taller del Viento

¿Cómo llegué a “Taller del Viento, ca”?

Esta entrada se presenta un tanto larga. 

Venimos del Scraproom Blog Hop celebrando el cumpleaños de Fanny, y ahora estamos en el recorrido de nuestros scraproom de todas sus seguidoras a través de su página: Mini reto de cumpleaños: enséñame tu scraproom. 

Deseo comenzar presentándome (algunas no me conocen). Mi nombre es María Javiela Belandria Dirinot, venezolana, (merideña de pura cepa), tengo lindos 40 años de edad. Abogada (egresada ULA 2000); Especialista en Derecho Penal (egresada USM 2007); Profesora Especialista en Educación Preescolar (egresada UPEL 2009); por entregar tesis para optar al título de Magister en Políticas y Administración de la Educación (UNTREF- Buenos Aires-Argentina).

En el año 1994 comencé a trabajar en Preescolar, cuento ya con 21 años de servicio por ante el MPPE; simultáneamente he cursado los estudios que mencioné. El trabajo en Preescolar ha sido fuente para la realización de trabajos manuales, a los que he sido muy afín, por aquello del diseño y elaboración de actividades y estrategias, diseño y elaboración de recursos para el aprendizaje llevadas a cabo en la celebración de efemérides, así como para la satisfacción de necesidades e intereses de los niños y niñas. Ha sido grata la experiencia a pesar de haber estudiado en un principio una carrera que con el tiempo decidí dejar un poco a un lado.

Como geminiana hurgo en los sinfines de las características de éste signo zodiacal en su parte positiva encontrándome con la dualidad: Abogada - Educadora. (Por ejemplo: solía ocurrirme que mientras preparaba un documento (legal) al mismo tiempo me encontraba planeando o haciendo un mural). Comprendí entonces que también soy manualista-artesana. 

Llegando a Buenos Aires en el 2010 inicié la Maestría en Políticas y Administración de la Educación y absorta ante tantas “Ferias artesanales” que se ofrecen en la Ciudad de Buenos Aires quedé realmente prendada con la idea de aprovechar mi estadía para realizar talleres y seminarios que me enriquecieran en el aspecto artesanal y/o manual, para poder en un futuro registrar una empresa, emprender y hacer realidad un sueño. 

Es así como, con la Internet comencé a indagar, a través de mi perfil personal en Facebook busqué: “cursos tarjetas, manualidades, artesanías en Buenos Aires”, encontré a Scrapbooking Manía, con quien arrancó este viaje espectacular en la técnica, luego conocí a Bs As Scrapbooking, con quienes también hice un taller, luego con Taller del Scrap, y en Papelera Palermo también realicé una serie de cursos de origami que me encantaron de por más.

En un paseo que hice por las Ferias de San Telmo conocí a Juan, me acerqué a preguntar por un duende para mi hermana, sintiéndome el acento venezolano iniciamos una conversación y mágicamente resultó siendo alguien a quien acá en Venezuela ya admiraba por su trabajo, era Huellas de Duendes a quienes en una sola oportunidad había visto en las Ferias del Ateneo en la ciudad de Caracas. Por mi hermana quien es apasionada a la temática duendera le consulté enseguida a Juan si dictaban cursos y aunque en ese momento no lo hacían no les perdí contacto, al llegar a casa después de ese paseo los busqué por Facebook y a partir de ahí estuve muy pendiente de cuándo dictarán sus primeros cursos y siendo así terminé realizando varios talleres con ellos. 

Con esto de hacer cursos y más cursos, talleres o seminarios como le llaman en Baires, me vi en la situación de agregar a mi perfil personal a personas que no conocía mucho, que solo veía en los cursos, sentí un poco de celos por mi privacidad y fue cuando decidí abrir otro perfil en facebook. Buscándole un nombre lindo a mí se me ocurría algo así como:

Infinito azul (por un dicho que tenemos en casa:

‘te amo hasta más allá del infinito azul’ suele decirnos nuestra Madre amada), 

Mar profundo (por mi debilidad por la playa, el mar),

Sin embargo, Tadeo (que bien me conoce) me decía que yo debía ponerle “Hecho a mi manera” porque siempre termino haciendo las cosas como solo a mí se me antoja. Hice una medición entre mi familia y amigos más cercanos, y sí, estuvieron de acuerdo y le puse “Hecho A Mi Manera”. Así comenzó en el 2011 el perfil, en donde publicaba fotos de los talleres a los que asistía y de los trabajos que hacíamos. Y si nada estaba totalmente “hecho a mi manera” igual la intención era arrancar… Con el tiempo, conociendo tantas chicas en el navegar por internet me sugirió Tadeo crear un blog, y así comencé trasteando sin saber mucho logré montar un blog “Hecho a mi manera”

¿Alguien lo recuerda?

Con la coyuntura de haber estado en Venezuela en el mes de octubre del año 2012 para participar como electora en aquellas elecciones presidenciales, me propuse registrar la empresa. Hice la reserva de nombre: Hecho a mi manera. Este nombre que venía utilizando por aproximadamente un año o quizá dos, no estaba disponible en el Registro Mercantil, ya se encontraba ocupado, debí ocuparme en buscar otro nombre.

Fue cuando mami me sugiere un libro de: “Tratado de Sanación en el Arte del Soplo”, de Medicina Tradicional China (ella es Terapeuta en MTC); ahí busqué entre algunas frases o palabras que me identificaran un poco con algún nombre que no me resultara tan burdo y lo encontré:

“Taller del Viento”. (Creo que ella lo sabía que por ahí iba la cosa).

Un fragmento del escrito del libro: En el capítulo DAI MAI: Canal de cintura. Éste canal emana en el punto Daimai (26 VB-Vaso biliar), se dirige a la región lumbar y contornea el abdomen; su canto es: “El canal de la cintura, se expande en cinco charnelas, que permite el descubrimiento del camino de la unión.” Taller del viento (16 TM) está localizado (en nuestro cuerpo humano) en la línea media de la cabeza, 1 cun por encima del límite posterior del cabello.

El canto del DU MAI:

El longevo crecimiento de la Fuerza

realiza un transporte estratégico que se almacena en la barra del Yang

y que paulatinamente se expande en la puerta del destino,

constituyéndose en un pilar suspendido,

que se guía en el centro de la columna,

concentrándose en una culminación de equilibrio

que cede su acción en una fuerza contraída,

que accede a la llegada del Yang,

originando la terraza del espíritu.

Se conduce al descubrimiento de la ruta divina,

que logra una existencia sostenida,

culminada en la vía de la mutación,

manifestada en la gran protuberancia,

acceso que permite la apertura de la puerta del mutismo,

que se expande y concentra en el taller del viento,

ampliando su acción a la puerta interior del cerebro,

emanando en un intervalo de fuerza fluida,

en el asalto del reencuentro,

culmina en las cien reuniones y se expande en una segunda cúspide

para reencontrarse en la cima floreciendo en la vibración de la estrella superior,

que se desplaza al palacio divino,

y, a través del orificio simple,

se constituye en el centro del hombre,

emanando de él la doctrina conforme al cielo y acorde con los hombres,

terminando en la encrucijada de las encías.

(Tratado de Sanación en el Arte del Soplo, p. 475).

¿Se comprendió?

Teóricamente tratándose, quienes estudian y saben del tema comprenderán mejor. A mí me funcionó en cuanto que ella siempre me puntura para equilibrar las emociones y siempre toca el punto de Taller del Viento.

Entre tanto hacer manualidades y tener un afecto y una admiración especial por las artesanías me viene desde que era niña. (Ahora soy niñita jajaja)

Unos 9, 10, 11 años de edad tendría cuando al llegar a la casa después de la Escuela, en las tardes me ponía hacer “piquetes de papeles” viendo en TV un programa en el canal Utilísima en donde una persona explicaba la técnica Scrapbook, ella utilizaba para sus trabajos: Pegas especiales, papeles especiales, punch, stickers y un sinfín de materiales y herramientas a las cuales yo no tenía acceso y nada más me preguntaba qué sería de mí si tuviera acceso a todo aquello. Trataba de hacer lo mismo, poner en práctica lo que veía empleando cartulinas de construcción, papel lustrillo, cartulina hilo, pega blanca y las tijeras para tarjeterías las suplantaba por las lisas haciendo en el papel o cartulina un recorte creando mis propios bordes en una especia de zigzag o de ondas que hacía manualmente.

Al pasar los años incursioné en: Pintura sobre madera, pintura en “biscochos” (piezas de cerámica horneadas blancas). Sobre todo pintaba piezas de Navidad (la Navidad ha sido mi mayor delirio a la hora de hacer manualidades). También aprendí a tejer a dos agujas (mis primas mayores me enseñaron), poco tejí a crochet y sin embargo he realizado bufandas y otros trabajos sencillos.

He bordado en punta de cruz, utilizando algunos de estos bordados en la realización de tarjetas de Navidad y adornos para los Árboles de Navidad que fueron durante algunos años mis obsequios para familiares y amigos. Para las Navidades mis padres esperaban que yo les hiciera las tarjetas de Navidad que ellos solían regalar y repartir a muchas personas.

Forraba cajas de zapatos y las reutilizaba en la organización de mi escritorio para mantener el orden, solía arreglar latas y cualquier cantidad de artículos usados (reciclados) para colocar lápices, colores, marcadores, tijeras, en fin, ahora leo que a todo esto le llaman en su nombre en inglés Mix media (alterados)  y a otros Scrapbooking.

Aprendí a pintar sobre vidrio, lo que se llama ‘falso vitral’, gracias a una muy querida amiga quien estando yo recién egresada de la facultad de Derecho en el año 2000, me invitó a ayudarla a pintar una serie de pedidos que tenía de: Lámparas, portallaveros y servilleteros. Luego me entusiasmé y realicé una serie de trabajos (que por cierto, fue mi sustento para el primer viaje internacional que hice en mi vida en el año 2007 a Buenos Aires).

Las tarjetas de mi matrimonio las hice yo. Después de esas tarjetas me pidieron hacer las de mi cuñado, una prima, una amiga, mi cuñada y por ahí… comenzó esto de hacer tarjetas para Bautizos, Primera Comunión, Confirmación, 15 Años y  Bodas, hasta para fallecidos en especial para sus novenas. En algunas tarjetas infantiles aplicaba la técnica del filigrana, y particularmente a mi hermosa sobrina siempre, desde su primer añito le preparo sus tarjetas y decoración de fiestas, casi todo siempre “hecho a mi manera”; porque si bien en ocasiones copiaba la idea de otros, no menos cierto es que a nadie, absolutamente a nadie un trabajo le queda igual que a la otra persona. Cada quien tiene su propio estilo, sobre todo paciencia ya que a mi juicio los detalles y el gusto por el acabado que se le dan a los trabajos con cierta prolijidad es cuestión de personalidad.

Finalmente, la empresa quedó registrada: “Taller del Viento, ca” y con el tiempo, con el tiempo, solo en el tiempo he ido haciendo acomodos y reacomodos, adquisiciones y más (nunca mucho, nunca todo es suficiente), pero he aquí mi Taller en casa:

Costado izquierdo del taller.

Costado derecho del taller.

Mas amplia la visión hacia el costado derecho.

Mueble en el que almaceno en envases plásticos material para la CriCut, la máquina Sizzix, bolsas de celofán, pistolas de silicone, tarjetas hechas, servilletas decorativas, recortes de papeles, y en la caja del rompecabezas guardo frascos de compotas con cualquier cantidad de cosas: Lentejuelas, medias perlas, insumos para bisuterias, escarchas, entre otros.

Cintas y encajes, una recolección de años. Esquina inferior derecha: Las primeras cintas que usé hace casi 13 años cuando aprendí a bordar con cintas. Así sucesivamente, mientras mas voy comprando más envases voy necesitando.

Hilos para bordar que me regalara mi cuñada Melissa, eran de su abuelita y aunque bastante uso les doy aún tengo una importante cantidad a mi juicio.

Arriba los envases con las cintas y encajes, siguiente: la Zutter, pinzas, cajas y latas que contienen botones, ganchos, pinzas para el cabello, (todo para hacer). Mas abajo, revistas y libros.

Pao pao: Se dice cuando un niño va a tocar algo que no se quiere que toque. Bien, algo así: Algunos washi tape de Navidad, brads y eyelets.

Mis favoritas y aunque tengo pocas las cuido como la luz de mis ojos: Tintas Distress, almohadillas, la Crop A Dile, otro tantito de botones y apliques.

Sellos, pistola de calor, cortador circular, almohadillas para sellos, polvos para embossing. Unos de los envases que más cuido y celo. Nadie los toca, solo mi sobrina, ella siempre lo logra todo.

Pabilos, encajes, hilos encerados, recortes de cintas.

Tijeras para tarjeteria, perforadoras para fomy, otros perforadores para papel y cartulinas. Eran muchos de ellos las primeras herramientas que utilizaba para la tarjetería. Hoy día las utilizo poco, aún así son mis consentidas.

Maletín con perforadores. Viejo el maletín, debo tenerlo hace casi 10 años.

Papeles y cartulinas. (Los pocos papeles que tengo). Creo que pondré a un pitbull ahí cerquita para la próxima vez que se acerque mi hermana :D :D :D 

Uno de mis envases más consentido: folders, troqueles, cartuchos para la Cricut. (Lo poco que tengo, pero como dicen: "Poco pero bendito") jejejeje

Caja de herramienta que tengo hace muchos años para guardar las pinturas y demás insumos para pintar.

Mis consentidos. Los más queridos. Mis bellos. Soy una celosa con ellos. 

Un regalo de mi papi: Tapewriter Kit. Otro de mis consentidos.

Arriba cajas contentivas de recortes de papel ya texturizados y otra caja en la que guardo las tarjetas que me han hecho llegar las amigas virtuales que este mundo me ha acercado. Un bello reloj hecho al buen estilo scrapbook: Lo realicé en un taller con Bs As Scrapbooking en Buenos Aires.

Más envases con cuentas, mostacillas y canutillos, los ojitos para los duendes y otro tanto de brads y/o tachuelas, costureros, caracolitos.

Brillantitos, mini pinzas, botones y más botones... Y en el fondo dos mini álbumes por terminar.

Así más o menos.

Esto es, más o menos, años de adquisiciones, de compras, de acomodos y reacomodos, de aprender, experimentar, mejorar. Y aún falta por comprar!!! Por supuesto que está todo limpio y ordenado por aquello de las fotos, sin embargo una vez que termino un trabajo me tomo el tiempo para volver a organizar y limpiar. Considero que es más rico dejar salir las ganas de "hacer" en un ambiente ordenado, fresco, relajado, sin que nada me estorbe. Alguien por ahí me dice mucho que soy una "encajonada", con el tiempo acepté serlo. Así funciono. Y así es Taller del Viento. Con unas ganas locas de tener pronto mi imagen y un lindo logo que utilice para todo lo que haga. Pronto!!! Pronto!!!

Les dejo con mi cariño de siempre y a ti que te bancaste la leída completa GRACIAS POR ESTAR!!!

Con afecto